LA ANCHOVETA
La Industria Pesquera
La
historia de la pesquería peruana del siglo pasado ha sido una batalla continua
por alcanzar una producción sostenible, aquella capaz de generar beneficios
continuos para la población actual sin limitar las capacidades productivas de
las generaciones futuras, ni comprometer la integridad del mar peruano.
La
pesca, actividad humana ancestral, ha ido evolucionado en el tiempo con los
avances tecnológicos, lo que ha permitido el desarrollo de una industria capaz
de capturar organizada y eficientemente a los peces e invertebrados acuáticos
de nuestros mares. Esta industria abarca, en la actualidad, la mayoría de
nuestras interacciones con los recursos pesqueros y es aquí donde empieza la
verdadera lucha hacia la sostenibilidad.
Nuestros
problemas son varios, nos concentraremos en tan solo dos y empezaremos con la
sobreexplotación, o la extracción excesiva, de la anchoveta.
La
Sobreexplotación
Ha incrementando
la capacidad para extraer el pescado de los mares, la economía dirigió la pesca
hacia una sola especie, la anchoveta (Engraulis ringens) y al extraerla a gran escala entramos a
un aparente callejón sin salida.
Por un
lado, nuestra industria crece y se convierte en la segunda pesquería más grande
del planeta, después de China, con una
producción anual valorada entre los 1,000 - 1,700 millones de dólares
americanos, empleando al 2% de la población económicamente activa del país y
generando del 11 al 16% de los ingresos totales del sector exportador.
Las
divisas por la pesca de anchoveta equivalen al 1% del PBI en el Perú. Pero
tener la industria pesquera más grande del mundo basada en una sola especie es
realmente un arma de doble filo, ya que al extraer de 8 a 10 millones de
toneladas métricas de anchoveta al año estamos limitando las capacidades productivas
de muchos otros sectores de la economía.
La
extracción desmesurada de la anchoveta ha generado un impacto bastante negativo
en la dinámica poblacional de esta especie. Sus poblaciones se han vuelto mucho
más pequeñas y bastante más susceptibles a las variaciones del ecosistema y es
de esta manera que hoy en día es más difícil y costoso pescar anchoveta. Ya no
hay tanto como antes y ese es el mayor de los problemas.
La
anchoveta es la especie clave del ecosistema marino de la Corriente de Humboldt
y esto significa que dentro de este ecosistema la gran mayoría de especies
dependen de ella. Este pez consume plancton (productividad primaria) y permite
que la energía producida por su alimento se transfiera a otros niveles dentro
de la cadena alimenticia.
La
sobrepesca de anchoveta ha afectado a las especies turísticas como son el
pingüino de Humboldt, las aves marinas, los lobos marinos, las ballenas y los
delfines todas se alimentan casi exclusivamente de anchoveta y al extraer del
mar la mayor parte de la biomasa de este recurso, sus poblaciones se ven
severamente mermadas. La productividad del sector turístico se ve reducida y
los millones de dólares anuales que podrían ingresar con la generación de un
turismo de naturaleza costero se pierden.
Pero
el sector turístico no es el único afectado. La anchoveta también es alimento
de muchos peces comerciales y que contribuyen a la dieta de los peruanos. Por
ejemplo, el bonito, los atunes, la sardina, el jurel y la caballa. Al reducir
el tamaño poblacional de la anchoveta, sus depredadores se ven afectados por la
falta de alimento y sus poblaciones también se reducen. Es así que se pierden
ingresos significativos para el sector pesquero, que el turismo gastronómico se
ve amenazado y que la nutrición popular y nuestra seguridad alimenticia sufren
un golpe bajo.
Otro
sector afectado es también el guanero, y como consecuencia el agrícola. El Perú
posee un tesoro nacional, antes muy aprovechado y ahora casi olvidado, el
guano. Este fertilizante natural es el más cotizado a nivel mundial y su
producción era gigantesca en los inicios del siglo pasado. Pero tanto el
guanay, el pelícano y los piqueros se alimentan casi exclusivamente de
anchoveta y por lo tanto sus poblaciones se reducen al mínimo impidiendo una
producción económicamente rentable de guano. Al reducirse las poblaciones de
las aves guaneras, y la producción del guano, muchas otras especies turísticas
como el Zarcillo y los pingüinos y otras amenazadas como el Potoyunco pierden
su hábitat reproductivo ya que anidan en el guano. De esta manera el sector turístico
se ve afectado nuevamente y la producción del fertilizante natural que
incrementaría la productividad del sector agrícola y exportador se reduce y
disminuyen los puestos de trabajo y los ingresos relacionados.
Noticia:
“la anchoveta peruana está en peligro de extinción” luego de que revelara que seis empresas pescaron
1.901 toneladas de anchoveta
juvenil.
Humala Tasso defendió el Decreto Supremo 005-2012 del Ministerio de Producción, que
ordena a los pescadores del sur del país a trabajar más allá de las 10 millas
de distancia de la línea marina, lo cual ha mermado su producción de forma
drástica porque en esa zona no hay peces.
Según una denuncia
periodística, los pescadores del norte chileno están aprovechando esta
situación para faenar en el mar peruano y hacerlo con impunidad ante la falta
de control en la frontera marítima.
“Reconocemos el
sacrificio de los pequeños pescadores, pero también sabemos de la
irresponsabilidad y corrupción de las grandes empresas que han depredado la
anchoveta. Si no hay anchoveta es porque se le ha depredado.
Ese juego de decir que la anchoveta se va
para Chile es un poco trillado y carece de sentido”,
“El Gobierno no
tiene ningún interés en fortalecer a Chile, esa no es nuestra tarea, tenemos la
tarea patriótica de defender los intereses nacionales”, añadió.
Humala Tasso
señaló que algunas empresas que han depredado la anchoveta pescando en grandes
cantidades y para no ser multados en la costa “tiraron la anchoveta juvenil” en
alta mar.
El jefe de Estado
también le pidió prudencia a los medios de comunicación que señalan que
pescadores chilenos están depredando nuestro mar.
“Estamos llevado un contencioso limítrofe con Chile en La Haya, por ello hay que
actuar con prudencia, todos, incluso lo medios”, concluyó.
Conclusiones:
En
síntesis la sobrepesca de anchoveta reduce la disponibilidad del recurso para
sus depredadores naturales, altera el balance energético del sistema y todo el
ecosistema se vuelve más susceptible al fenómeno de El Niño, limitando su
capacidad de recuperación y resiliencia, afectando nuevamente nuestra economía
y nuestra seguridad alimenticia.
BIBLIOGRAFIA
Pesca excesiva de la anchoveta. |
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